En las partes I y II veíamos cómo la historia de Love Actually, pese a las apariencias, se desarrollaba no en el contexto de la Navidad cristiana sino en el de la adoración al dios oculto Saturno, en honor del cual se celebraban las Saturnales en Roma durante las fechas alrededor del solsticio de invierno.
Nos quedan por ver algunas conexiones saturnales inesperadas en la trama de Jamie, el novelista interpretado por Collin Firth.
Jamie, miembro de la clase alta enamorado -según mandan los cánones de las saturnales- de la chica portuguesa que le limpia la casa, acude a clases de portugués para poder comunicarse con ella.
La capital de Portugal es Lisboa, como todos sabemos y nos recuerdan en esta escena del film:
El patrón de Lisboa es San Vicente, que murió en el siglo IV torturado en Valencia por los paganos. Su cuerpo, abandonado a las fieras en el campo, fue protegido por unos cuervos. Siglos después, conquistada Valencia por los musulmanes, sus reliquias serían trasladadas al llamado Promontorio de los Cuervos o Promontorio Sacro (hoy cabo de San Vicente) en Sagres, en el extremo occidental de la costa sur de Portugal, donde existía una Iglesia del Cuervo, sobre cuyo tejado se posaban permanentemente diez cuervos.
El lugar exacto donde fue enterrado San Vicente se olvidó. Cuando D. Afonso Henriques envía a recuperar las reliquias, dos cuervos lo señalan, y después acompañan al barco que las transporta hasta Lisboa, que desde entonces tiene a la pareja de aves como símbolo.
Si cuento esto es porque el cuervo se asocia a Saturno. El nombre griego Crono parece derivar de corone, que significa cuervo, y la podadera de Saturno tiene forma de pico de cuervo. La versión británica de Saturno era Bran, cuya cabeza fue enterrada en la colina de la Torre de Londres para proteger la ciudad. Es bien conocida la leyenda de que Londres no será invadida mientras haya cuervos en la torre.
En este escudo de Lisboa podemos ver a los cuervos acompañando al barco de San Vicente. Es muy significativo que el aparejo del barco recuerde sospechosamente al sello de Saturno:
Así pues, quizá no sea casualidad que a Collin Firth le buscaran una novia portuguesa para la película...
Otra historia interesante es la protagonizada por Andrew Lincoln (Mark) y Keira Knightley (Juliet).
Sabemos que muchos, empezando por David N. Talbott -el autor de The Saturn Myth de quien hablábamos en la entrega anterior- identifican a Osiris con Saturno; y si traigo a Osiris a colación es porque esta trama tiene un claro -aunque disimulado- sabor egipcio.
La galería de arte de Mark se llama Nile St (Nilo), lo que ya nos pone en situación.
(En la Configuración Polar de Talbott, Nilo es un nombre alternativo para la Montaña Celestial de Saturno, entendida como un río que fluye entre la Tierra y el Cielo.)
Mark vive en secreto su amor por Juliet, casada con su mejor amigo. Este amor le atormenta y le impide tener una relación normal con ella. Cuando Mark acude a casa de Juliet en Nochebuena para confesarle que la quiere, lo hace mediante unos carteles. En el último cartel le dice que la querrá hasta que se convierta en... una momia.
A Osiris se le representaba como momia. El cadáver del faraón se transforma en Osiris al ser momificado. Toda momia era Osiris o aspiraba a serlo si superaba las pruebas del Más Allá.
Mark se comunica con Juliet mediante carteles para que el marido de esta no se entere de que está en la puerta, de ahí que le haga a Juliet un gesto de "silencio" llevándose el dedo a los labios.
Al Horus niño (Harpócrates) se le representa llevándose el dedo a los labios.
Gerald Massey interpretaba a Horus niño, nacido en el solsticio de invierno, como la Voz Imperfecta o el Discurso Inarticulado, que deberá cambiar y hacerse masculina al crecer Horus y convertirse en representante del Padre, personificación de la Voz de la Verdad. La voluntad de seguir este proceso de maduración se ilustra en la película cuando Mark, después de mostrarle los carteles a Juliet, se marcha por la calle diciéndose: "¡Suficiente! ¡Suficiente!". Su confesión le permitirá pasar página y seguir adelante con su vida, convirtiéndose en un representante de Osiris.
Los ecos osirianos de la trama de Mark y Juliet resultan especialmente interesantes a la luz de lo que hablábamos en la entrega anterior acerca del misterioso número 42.
Plutarco cuenta en su Tratado de Isis y Osiris que la muerte de Osiris a manos de su hermano Set tuvo lugar el día 17 del mes de Athyr.
Como Athyr comenzaba el 28 de octubre, 17 de Athyr sería nuestro 13 de noviembre. Ahora bien, desde el 13 de noviembre hasta el día de Navidad van 42 días. Y podemos añadir que en el Libro de los muertos egipcio 42 jueces examinaban al difunto -cuyo modelo era Osiris- en busca de pecados.
Para terminar nos queda la trama protagonizada por el camarero Collin, puramente solsticial.
Collin, harto de que las estiradas chicas inglesas le rechacen, anuncia que se marcha a América.
Allí espera tener mejor suerte dada la personalidad más abierta de las americanas y su moral más relajada.
Ahora bien: la secta de los mandeos de Irak tiene una antigua tradición relacionada con una tierra mágica en Occidente, habitada por seres espirituales y bajo el dominio de una estrella especial llamada Merica. Robert Lomas y Chistopher Knight (La llave de Hiram) creen que es el origen del nombre América.
La creencia en una tierra mítica situada al occidente la compartían los mandeos con los celtas, que la llamaban Isla de la Juventud, porque en ella no se envejecía, y también, y esto es lo que nos interesa, Isla de las Mujeres, pues las hermosas jóvenes que la poblaban surtían de todo tipo de placeres a los guerreros muertos en combate.
En un códice gallego del siglo XI se recoge la historia del monje Trezenzonio, que divisó la isla desde la Torre de Hércules en Coruña y la llamó Isla de Solistición. Así pues, parece que el solsticio era el momento más propicio para visitar la isla. Exactamente lo que hace el bueno de Collin, y la verdad es que no le va mal...
Nos quedan por ver algunas conexiones saturnales inesperadas en la trama de Jamie, el novelista interpretado por Collin Firth.
Jamie, miembro de la clase alta enamorado -según mandan los cánones de las saturnales- de la chica portuguesa que le limpia la casa, acude a clases de portugués para poder comunicarse con ella.
La capital de Portugal es Lisboa, como todos sabemos y nos recuerdan en esta escena del film:
El patrón de Lisboa es San Vicente, que murió en el siglo IV torturado en Valencia por los paganos. Su cuerpo, abandonado a las fieras en el campo, fue protegido por unos cuervos. Siglos después, conquistada Valencia por los musulmanes, sus reliquias serían trasladadas al llamado Promontorio de los Cuervos o Promontorio Sacro (hoy cabo de San Vicente) en Sagres, en el extremo occidental de la costa sur de Portugal, donde existía una Iglesia del Cuervo, sobre cuyo tejado se posaban permanentemente diez cuervos.
El lugar exacto donde fue enterrado San Vicente se olvidó. Cuando D. Afonso Henriques envía a recuperar las reliquias, dos cuervos lo señalan, y después acompañan al barco que las transporta hasta Lisboa, que desde entonces tiene a la pareja de aves como símbolo.
Si cuento esto es porque el cuervo se asocia a Saturno. El nombre griego Crono parece derivar de corone, que significa cuervo, y la podadera de Saturno tiene forma de pico de cuervo. La versión británica de Saturno era Bran, cuya cabeza fue enterrada en la colina de la Torre de Londres para proteger la ciudad. Es bien conocida la leyenda de que Londres no será invadida mientras haya cuervos en la torre.
En este escudo de Lisboa podemos ver a los cuervos acompañando al barco de San Vicente. Es muy significativo que el aparejo del barco recuerde sospechosamente al sello de Saturno:
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| Crédito foto: https://declinioqueda.wordpress.com/2013/06/08/a-nau-e-os-corvos-sao-vicente-e-as-armas-de-lisboa/comment-page-1/ |
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| https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Agrippa-SaturnSeal.png |
Otra historia interesante es la protagonizada por Andrew Lincoln (Mark) y Keira Knightley (Juliet).
Sabemos que muchos, empezando por David N. Talbott -el autor de The Saturn Myth de quien hablábamos en la entrega anterior- identifican a Osiris con Saturno; y si traigo a Osiris a colación es porque esta trama tiene un claro -aunque disimulado- sabor egipcio.
La galería de arte de Mark se llama Nile St (Nilo), lo que ya nos pone en situación.
(En la Configuración Polar de Talbott, Nilo es un nombre alternativo para la Montaña Celestial de Saturno, entendida como un río que fluye entre la Tierra y el Cielo.)
Mark vive en secreto su amor por Juliet, casada con su mejor amigo. Este amor le atormenta y le impide tener una relación normal con ella. Cuando Mark acude a casa de Juliet en Nochebuena para confesarle que la quiere, lo hace mediante unos carteles. En el último cartel le dice que la querrá hasta que se convierta en... una momia.
Mark se comunica con Juliet mediante carteles para que el marido de esta no se entere de que está en la puerta, de ahí que le haga a Juliet un gesto de "silencio" llevándose el dedo a los labios.
Al Horus niño (Harpócrates) se le representa llevándose el dedo a los labios.
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| Patrick Clenet (https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Harpocrates_gulb_082006.JPG) |
Los ecos osirianos de la trama de Mark y Juliet resultan especialmente interesantes a la luz de lo que hablábamos en la entrega anterior acerca del misterioso número 42.
Plutarco cuenta en su Tratado de Isis y Osiris que la muerte de Osiris a manos de su hermano Set tuvo lugar el día 17 del mes de Athyr.
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| Que te cases con Keira me mata. |
Como Athyr comenzaba el 28 de octubre, 17 de Athyr sería nuestro 13 de noviembre. Ahora bien, desde el 13 de noviembre hasta el día de Navidad van 42 días. Y podemos añadir que en el Libro de los muertos egipcio 42 jueces examinaban al difunto -cuyo modelo era Osiris- en busca de pecados.
Para terminar nos queda la trama protagonizada por el camarero Collin, puramente solsticial.
Collin, harto de que las estiradas chicas inglesas le rechacen, anuncia que se marcha a América.
Allí espera tener mejor suerte dada la personalidad más abierta de las americanas y su moral más relajada.
Ahora bien: la secta de los mandeos de Irak tiene una antigua tradición relacionada con una tierra mágica en Occidente, habitada por seres espirituales y bajo el dominio de una estrella especial llamada Merica. Robert Lomas y Chistopher Knight (La llave de Hiram) creen que es el origen del nombre América.
La creencia en una tierra mítica situada al occidente la compartían los mandeos con los celtas, que la llamaban Isla de la Juventud, porque en ella no se envejecía, y también, y esto es lo que nos interesa, Isla de las Mujeres, pues las hermosas jóvenes que la poblaban surtían de todo tipo de placeres a los guerreros muertos en combate.
En un códice gallego del siglo XI se recoge la historia del monje Trezenzonio, que divisó la isla desde la Torre de Hércules en Coruña y la llamó Isla de Solistición. Así pues, parece que el solsticio era el momento más propicio para visitar la isla. Exactamente lo que hace el bueno de Collin, y la verdad es que no le va mal...
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